martes, 15 de marzo de 2011

Ana Pastor demuestra que el auténtico periodismo resiste

Mientras el mundo se desangra en varios frentes y contiene el aliento ante la tragedia japonesa, un gesto ha pasado desapercibido en cierta manera. La presentadora de los desayunos de Televisión Española, Ana Pastor, ha sido partícipe de una de las escenas que debiera haber sido calificada de la jornada en otras circunstancias.
Ana Pastor se fue a Teherán a entrevistar al presidente iraní, ruego se disculpe la omisión de su nombre pues habría que consultarlo y traicionaría el espíritu espontáneo que debe tener este escrito. Aceptó de inicio ponerse un pañuelo que cubriera su cabeza hasta que éste se cayó a sus hombros. El mandatario hizo ademán de avisarla, pero ella hizo caso omiso, dice que no reparo en ello dada su concentración en las respuestas. Habrá que creerla, pero que esto ocurra en un universo tan radicalizado como aquel, es digno de elogio para el periodista.
Ana Pastor ha llegado a ser trending topic en twitter a nivel planetario.  Me alegro sinceramente. Los que creíamos que el periodismo incondicional había desaparecido de la faz de la tierra tendríamos que celebrar tal gesto, nivel de independencia y vocación de servicio. Pocos son los espacios –y generalmente en la radio- que te reconcilian con el ejercicio del periodismo libre. Excelentes profesionales, grandes comunicadores y gente de indudable talento han caído en las redes y marañas geoestratégicas de grupos, lobbies y otros marasmos. Que alguien sepa anteponer su juicio con tal generosidad demuestra que en el fondo, hay posos de autenticidad en todo esto.

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