lunes, 28 de febrero de 2011

Un cinturón que ahoga

Hace un tiempo oí por primera vez del autor Daniel Estulin. Fue en el programa al que soy asiduo por podcast “La Rosa de los Vientos”. Hablo del tenebroso mundo de las finanzas internacionales y de los gobiernos en la sombra que marcan nuestro recorrido. Acuñó un término del cual cada vez estoy más convencido: “Destrucción de la demanda”. Bajo no sé qué precepto inicial, pero con el objetivo último de mantener con vida nuestro planeta –irrisorio cuanto menos-, mencionó fuerzas ocultas, de mucho poder, interesados en que la rueda del consumo se ralentizara. Todo esto vinculado a esa opaca reunión que el Club Bilderberg organizó en Sitges en el panorámico Dolce, un hotel con vistas.
Lo cierto es que, dentro de los negros vaticinios que he ido escuchando durante estos meses sobre nuestra economía, esa expresión quedó en mi subconsciente. Quizá fue la frase más acertada de tanto papel, y red, mojados. A lo que asistimos actualmente es a eso, a una destrucción sistemática, progresiva e ininterrumpida destrucción de la demanda. Se dijo en su momento, en cuanto suba el IPC el euríbor y tipos varios irán de la mano. Dicho y hecho, por medio revoluciones geoestratégicas que resuelven al alza el precio del crudo en una proporción que no fue la marcada cuando tras tocar techo en 2008 empezó a caer. Otro síntoma. Quieren más, la factura de la luz, sin ir más lejos. Más??? El tema de la deuda está lejos de resolverse, las cajas necesitan de mayor caudal público, es decir del nuestro. Eso quién lo pagará??? Un servidor primero, el resto a la cola. Con todo el tema sucesorio en el PSOE me quita el sueño.
Nuestra capacidad de gasto se resiente, el consumo con ella. El final del túnel??? No lo atisbo, ustedes???
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Gadafi, Mubarak, estos no eran amigos de occidente??? Alguien entiende algo. Pobres libios, su vida ahora mismo en una pinza de intereses. 

miércoles, 23 de febrero de 2011

La Costa Brava cruza dedos ante espantada del sr. Ryan

Recibo una nota de prensa de la federación hostelera de Girona. Comenta que cada establecimiento ve canceladas de tres a cuatro habitaciones diarias de media a causa de la espantada de Ryanair. Instan al Gobierno de la Generalitat a negociar con la aerolínea irlandesa para que se restablezca la normalidad.
¿Normalidad?. Esta ha respondido en los últimos años a una aceptación institucional de las condiciones draconianas de la una aerolínea que ha impuesto la cuota de mercado como rehén de sus aspiraciones. Que Ryanair sólo trajera turismo barato es una patraña, en el perfil de sus usuarios se puede hallar una calideoscópica muestra de como han evolucionado los principales mercados hacia la Costa Brava, pero que confiar todos los huevos del éxito turístico a los irlandeses ha sido, como se ha visto, una temeridad. Me pregunto cómo serían las temporadas turísticas en la Costa Brava "after Ryanair".
Ahora la pregunta que subyace hace referencia a la posibilidad, yo la veo lejana, de restablecer negociaciones con los "tigres celtas". Cualquier acuerdo que se alcanzara ahora, en huida hacia delante, dejaría en un brindis al sol lo firmado hasta ahora. Qué pasa con las otras aerolíneas de bandera catalana. En la "twittentrevista" que el CEO de Spanair concedía hoy, Ferran Soriano sentenciaba: "Estudiamos algunas rutas desde Girona. Las que sean sostenibles y más importantes para el país... lo estamos trabajando". Así lo dijo literalmente en catalán. Ello es, que si Spanair ha sido participada en la medida que se cuchichea por la GenCat quizá sea el momento de que "haga país". Esperar algo de los irlandeses es cantar a la utopía.
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Libro recomendable de persona recomendable. Wikileaks de mano del director de la "Rosa de los Vientos" uno de los escasos espacios de intelectualidad pura que pervive en el sector mediático español.

martes, 22 de febrero de 2011

Debería ser Stalingrado una lección que nunca olvidásemos


El río Volga en invierno es  un grueso espejo helado. Un acierto de líquido elemento hecho sólido, bajo helado ambiente, en cuyo grosor se aventuran un puñado de niños entre risas y picaresca. Son ajenos, al menos hasta que sean plenamente conscientes de lo que aquí se produjo.
Volgogrado es una de las grandes ciudades meridionales de la enorme Rusia. A las puertas del Cáucaso, su fabril silueta no evidencia la enorme desgracia que los pilares de muchas de sus remozadas plazuelas presenciaron hace más de cincuenta años. Fue en verano de 1942. Las tropas alemanas descansaban del fiasco moscovita. Reemprendieron la marcha, alargaron los subministras, caminaron hacia el desastre. En el horizonte Stalingrado, la ciudad consagrada al dictador georgiano, de quien hablaremos seguro.
Stalingrado fue la obsesión de Hitler. Adolfo se empecinó en su ruina y posterior conquista. Lo tocó con los dedos. En octubre, tres meses después de iniciar la conquista de las enormes tundras precaucásicas, acarició el sueño. No quiso dejarlo escapar. Escapó a la razón, la lógica dejó de dictar sus movimientos sobre el mapa de Ratesburg. Cuando los rusos ejercieron la pinza le negó toda suerte al mítico VI ejército. El golpe humano, moral, material, ... fue infinito. A mi juicio decisivo. Todo lo que le llegaron  a partir de entonces a Hitler fueron malas noticias. Normandía, las Ardenas, Montecasino, incluso Kursk. Todo fue consecuencia de Stalingrado, el lugar que vio la pesadilla más atroz de la historia moderna. El lugar de cuyas cenizas tendríamos que saber todos, ahora que el tema de la memoria está tan en boga.
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Conjeturas entorno al futuro de la academia de cine. Pq una industria tan paupérrima sigue teniendo tal seguimiento mediático.
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Dicen q la prima de riesgo sube y al tiempo se venden bonos cuales churros. Aquí alguien se está forrando 

domingo, 20 de febrero de 2011

Belleza, historia, el nuevo Hotel España

Belleza, historia, el nuevo Hotel España

Cuando Doménech Muntaner entró en la Fonda de España, ésta llevaba medio siglo funcionando. Barcelona, inicios del siglo XX, la ciudad que hoy conocemos se estaba gestando. La asfixia del burgo medieval llevó a la apertura de grandes zonas, se trazó el Eixample. Se ensamblaron las poblaciones satélite a la ciudad vieja. En ella, una fonda histórica de nombre España necesitaba un remozado. Se escogió a Muntaner, una de las estrellas del momento, junto a su cuadrilla de artistas.
El ideólogo del modernismo catalán vio el proyecto. Quiso dejar huella y ésta se parte en tantas estancias como albergan un hotel. Hoy su trabajo reluce en el pequeño, de sólo 82 habitaciones, Hotel España. Los propietarios de otro hotel monumento, el Condes de Barcelona, lo han tomado para emerger una belleza oculta en las angostas manzanas del Raval. A dos pasos de las Ramblas, pared con pared con el Gran Teatre del Liceu, desde su azotea los bomberos lanzaron chorros de agua en el incendio de éste, el nuevo hotel España recupera su viejo esplendor, el mismo que le dio brillo en la época donde la BCN turística despertaba.
Sugerimos ver su sala de chimenea, en impoluto alabastro, una obra tan compacta que parece surgida del goteo de una vela. 110 años lleva ahí. Por detrás hallamos los comedores, uno con la famosa estampa de los delfines que toda guía del modernismo barcelonés se precia de reflejar. Su zócalo es la repetición casi obsesiva de la heráldica española, dando sentido al concepto del lugar. La profusión de escudos, se hace perenne en otras estancias: las cadenas navarras, la granada, las cuatro barras catalanas,... el concepto heráldico se confunde con los emblemas de cortesía. Esto es una fonda, “bon profit”, “bon dia”, “bona nit”,... mundo onírico, íntimo. Sirenas esgrafiadas trepan por las claraboyas sosteniendo los emblemas. Entornos luminosos, burbujeantes. El Hotel España, retocado, modernizado, pero siempre en la historia de la ciudad. Un lugar donde aunar historia, arte, turismo,... donde lo bello demuestra ser rentable.

martes, 15 de febrero de 2011

Camino de Santiago- Highlights: Las ruinas por excelencia, el Convento de San Antón

Fértil dehesa burgalesa. Llanura infinita donde una línea recta de fino perfil rompe el horizonte entre ocre y azul, en tierra y cielo, señalando la lejanía de la meta compostelana, siguiendo siempre ese campo estrellado que es Compostela. Rara es la colina que interrumpe fluir de la mirada. La de Castrojeriz es la más característica. Hermoso poblacho al abrigo de una montaña coronada por las ruinas de un castillo. Ya hablaremos de él.
A su entrada se situaron los Antonianos, una de las muchas órdenes que hilvanaron el camino hacia el este. Su fábrica es una ruina, sugerente, destechada. El paraíso romántico por antonomasia. Hoy vemos las singladuras imperfectas de unos cuantos sillares que dan forma al que fue un magnífico complejo hospitalario, como muestra la recreación, de esbelta factura gótica. Un edificio de grandes dimensiones, cuasi una catedral, en medio del páramo, al abrigo de la cercana Catrojeriz. Sus rosetones con Tau templaria evocan y al tiempo hablan de la elaboración, del trabajo de orfebrería, que envolvió las zonas nombres del edificio. Paradigma de su importancia.
Si el camino es línea de leyendas, San Antón alimenta unas cuantas, como estómagos lleno en la mísera edad media. Sus enseñas templarias dan solidez al mito, sus historias de hospital lo culminan. Imaginería jacobea en su máximo esplendor. Travesar por su arco, sobre el camino que marca la flecha amarilla, sumerge en los tiempos en aquí venían muchos en busca de una caridad cuyo camino era laberíntico entonces... y ahora. 
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Madre lo que generan cada año los Goya. Un seguimiento inversamente proporcional a la taquilla del cine español. 
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sábado, 12 de febrero de 2011

Camino de Santiago- Highlights: Esa saeta mozárabe llamada Santo Tomás de las Ollas

Abordemos de entrada que hablamos de arcos califales. Siluetas de herradura, como salidas de manos árabes. Fueron alarifes en esencia, aunque cristianos confesos, quienes trazando líneas, proporciones, muros y muretes dieron vida hace mil años a este hermoso templo. No estamos en los dominios del califato cordobés. Paseamos por Santo Tomás de las Ollas, pequeña población en el enjambre industrial que da acceso a Ponferrada, en el corazón del Bierzo leonés.
Aunque el camino francés hacia Santiago incluye varias obras mozárabes en su inventario, quizá la estrictamente legítima de aparecer ese listado de maravillas sea la iglesia de la población berciana. Las vecinas de Peñalba de Santiago al sur y la anterior de San Miguel de Escalada, en los confines de la tierra de campos leonesa, a la altura de Mansilla de las Mulas, aparecen en muchos itinerarios y guías en ruta hacia la meta compostelana. Sin embargo, son visitas de las llamadas colaterales, su ubicación no ocupa la centralidad del camino.
Sí que lo hace Santo Tomás de las Ollas, un amuleto de mampostería cuyo envoltorio cúbico engaña sobre lo que dentro se halla. Sus autores fueron mozárabes, otra de las raras mezclas en esa España dominada por los musulmanes al sur bajo en empuje cristiano venido del norte. Una miscelánea cultural que le ha dotado de tantas corrientes ajenas a las imperantes –románico, gótico,...- , como originales formas coronan sus joyas. En España quedaron para siempre los mudéjares, los estilos de Cisneros, plateresco y otros tantos que sólo aquí se pueden apreciar. Lo mismo ocurre con el mozárabe. El de este pueblo berciano es un ejemplo plausible. Desornamentada en su exterior, bella por dentro, cumple esos cánones tan arabescos de guardar la belleza para consumo doméstico. Estética de ámbito privado, como en Córdoba, como en Granada,...
El interior queda dividido en dos partes ante la excelente factura del arco triunfal en forma de herradura que abre paso a un hermosísimo ábside, cuyo remate bajo se hace por una arquería ciega, también de herradura. Arriba un hermoso techo de cuarto de naranja, forma esférica, la circular, la que todo incluye, la que amenaza con acariciar la perfección. 

miércoles, 9 de febrero de 2011

La importancia de estar en el Monopoly

El Monopoly es la réplica en juego de mesa de las saciedades financieras del hombre. Un elemento de ocio desarrollado sobre un tablero donde los participantes juegan a comprar propiedades en ciudades. Estas propiedades responden a unidades tan homogéneas como párquines, hoteles y pisos. Dependiendo la zona donde caigas, compras o pagas. Vamos un festín con dinero de cartón piedra para aquellos que un día soñaron manejar el mundo cual tablero. Es curioso ver cómo las ediciones de este juego, que nació a raíz de la gran depresión sirve de manual de zonas prime en lo inmobiliario a través de los tiempos. Por ejemplo en Barcelona lo que hace tres décadas era caro ahora no lo es tanto, o no en la medida de los precios que han ido surgiendo en la periferia.
El sumun del Monopoly ha llegado en una edición transversal y multinacional que incorpora plazas de primera línea. Una secuela que algún desaprensivo del mercado utilizará para putear al tontón del cubilete. El ranking de ciudades que lo componen es de más de veinte ciudades de los cinco continentes. Sólo Barcelona ha entrado entre las españolas, aunque el nivel de las más asequibles, junto a Atenas y, curiosamente, Tokio. Madrid no ha pasado el corte. En el top se sitúan Montreal y, agárrense, Riga, superando en nivel de precio a París, Belgrado y Ciudad del Cabo. ¿El motivo de esta sinrazón?, a resultas de una votación popular a nivel mundial, la gente de Riga hizo caso de las autoridades que les invitaron a votar por su ciudad en la carrera de urbes. Lo vieron claro, en tiempos de social media, de 2.0, y demás, soportes tradicionales también ofrecen visibilidad. Aunque sólo sea en el imaginario ocioso, estar en el Monopoly también te fija como plaza apetecible.
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El FMI hizo poco o nada por evitar la crisis en el periodo previo a la misma. ¿Quién lo presidía entonces?, la misma persona que ocupa la presidencia de una de grandes cajas españolas. ¿Seguimos o no en las manos de los de siempre?

martes, 8 de febrero de 2011

De plazas y puntos en común

Ayer en Hora 25 dedicaron un hermoso espacio a las plazas más significativas del mundo a la hora de acoger grandes manifestaciones. Hablaban de Tiananmen, el Zócalo y de la impronunciable de El Cairo, donde los egipcios han demostrado cuán fuerte es el sentimiento árabe versus los sátrapas consentidos de occidente.
La hora que duró la charla fue sencillamente deliciosa, de esas que te reconcilian con el medio radiofónico, aunque todos sabemos de sus servidumbres, más cuando la emisora en cuestión, como otras tantas, cumplen las razones que mueven sus grupos. Sin embargo a mí me vino a la mente, mis mejores plazas, aquellas que me sugirieron algo más que el espacio físico. Desconocedor en muchas ocasiones de lo que allí ocurrió realmente pero tocado por su belleza.
Plazas importantes he disfrutado unas cuantas. Las suntuosas Grand Place de Bruselas o la Vendôme parisina. Las arquetípicas de Salamanca, Madrid o una poco conocida, pero también ejemplar, las Tendillas cordobesa. Las coloniales de Cuzco, en su caso de armas, Lima o Arequipa, todas en el Perú. La inacabada, por ser uno de sus lados el propio Tajo, del Comercio lisboeta, sin obviar la vecina del Rossio, allí donde las escopetas calzaron claveles. Las he visto propias del imaginario infantil, la vieja de Praga por ejemplo, o la monumental de los Habsburgo de Viena, apabullante barroco. Irregulares en planta como Trafalgar en Londres y forma como Picadilly Circus. Exactos polígonos: Oxford Circus. En Barcelona está la de Catalunya,  indefinible, inabarcable, como la de la Concordia parisina. Perspectivas horizontales, horror al vacío. No sabes verle el límite. Quizá la mejor, la de la Signoria florentina, ese Palacio Viejo en medio, el Perseo con la cabeza de la medusa, la logia, las imitaciones del David, los Ufficci. El culmen de Florencia. Luego estás las santiaguesas, que es como tocar el cielo a través de la piedra "poreada" por el musgo. Cuatro, en otras tantas caras de la catedral, la meta del camino se concibe a través del Obradoiro, pero no deja de ser plena si no se cruza las Platerias, Quintana y Azabachería. Cuatro facturas, cuatro espacios, cuatro sueños. Las plazas, desde los inmemoriales tiempos griegos, son el centro de la vida de las ciudades, y deben seguir siéndolo, en ellas el contacto físico que nuestros quehaceres nos obligan a omitir surge. Las plazas son la dimensión humana de la postmodernidad. Temple ala agresividad que nos corre por las venas. A ellas vamos. A ellas debemos ir. Que no queden cual escenario de souvenir turístico es la clave para su perpetuidad.

En la foto la plaza mayor de Salamanca, quizá la más famosa de España. Desde luego cuando llueve fotografiarla es una gozada

lunes, 7 de febrero de 2011

Camino de Santiago-Highlights: Un faro llamado Santa María de Eunate

Lo siento, Navarra sigue centrando mi paseo santiagués, priorizado al azar, y dando tumbos en de aquí para allá sobre la ruta jacobea, en su versión llamada camino francés.
Cuando la vista ya no alcanza Pamplona, y el alto del Perdón, allí donde un peregrino fue redimido de vender su alma al diablo, queda a nuestra espalda nos adentramos en Valdizarbe, la cuenca agrícola paralela a la pamplonesa. Un prodigio de colores, ocres estivales, marrones otoñales, bellos verdes primaverales.
Al final de descenso del Perdón cuando el camino ya no soporta cantos rodados y pedrerías cuales puños, se sostiene un hermoso templo, Santa María de Eunate. Un sueño hecho realidad. Un sueño perenne de nada menos que ochocientos años. Ante nuestros ojos una iglesia octogonal. Raro pero cierto, con algunas gemelas en España, como la Vera Cruz segoviana, pero con una originalidad en forma, fondo e incluso entorno y enclave que nos despierta una enorme curiosidad. ¿Quién narices la puso en medio de la nada? ¿qué objetivo perseguía?. De posible origen templario, a pocos kilómetros de otro enclave jacobeo por excelencia como Puente La Reina, de donde no tardaré en escribir, perdida en la cuenca del valle, sola, asilada, cual mojón del camino, Santa María de Eunate es a mi gusto una de las iglesias más bellas de España.
Una arquería de medio punto nos recibe. Es un juego envolvente cuyo cogollo es la propia iglesia. Aquí el claustro tiene por eje la propia iglesia. Dicen conveniente rodearlo un par de veces, por tema esotérico y demás. Circundarlo nos da la perspectiva de una iglesia inimitable. El interior guarda muchos guiños de su románico predomintante. Precioso el altar con cúpula nervada, recordando que los atributos árabes no están reñidos con la estética jacobea. Al contrario le sientan fenomenales. El único problema de Eunate es que al hallarse en la parte inicial del camino hacia el este deja el listón alto. No veremos nada igual nunca más.
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Invasión de reportajes, películas y documentales sobre la II GM. Dresde, Garbo, la Batalla de las Ardenas, ... uno acaba por no dar abasto 

miércoles, 2 de febrero de 2011

Camino de Santiago- Highlithgs: San Pedro de la Rúa, el vigía de Estella

Para quienes conozcan el camino en toda su longitud sabrán que el tramo navarro, no por ser el más madrugador, esconde un buen número de encantos. Desde la hechizada estampa de Roncesvalles, allí donde los contrafuertes pirenaicos pierden altura, hasta la entrada de Logroño atravesando el Ebro, Navarra ofrece la transición de la montaña hacia el altiplano castellano con efectista sensación.
Estella es ciudad histórica. Desde la implantación del sistema de los burgos que repoblaron la España cristiana hasta las guerras carlistas. Incluso su nombre vascuence, Lizarra, bautizó geográficamente uno de los pactos más mentados en la España moderna. Para cuando las revueltas carlistas estallaron en el siglo XIX ya yacía en lo alto de las muchas colinas que salpican el feudo, San Pedro de la Rúa, una suerte de iglesia gótica, cuya singularidad no deja indiferente al pedestre. Allá arriba. Coronando la mole. Jugando a un equilibrio sólo posible con la adaptación del dibujo de su planta a lo irregular del terreno. Pasear por su nave sur nos hace ser conscientes de la dificultad de trabar tal templo en un espacio tan reducido y peligroso. Accedemos a ella por una bella escalinata a los lomos de la pétrea aguja montañosa. El esfuerzo muere a pies de una polilobulada portada, tan profusas por el lugar, nada menos que como Santiago de Puente la Reina y Cirauqui.
Su interior evocará esa casi mítica figura del expoliador Erik, el Belga, ese hombre que trajinó fortuna a base de desfalcos en el patrimonio nacional, principalmente alrededor de la senda santiaguesa. Su campanario roto habla de la época de los Reyes Católicos y su campaña reductora de campanarios y torres. Cuando demolieron la torre ésta fue a caer sobre uno de los más bellos claustros románicos, con guiño silense de columnas entrelazadas. Se llevó por delante dos crujías. Al verlas el intelecto debe hacer el resto, imaginar el claustro entero es labor nuestra.
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Merkel en España, o lo que viene a ser lo mismo, nuestra presidenta de facto pasando revista junto a su subalterno ZP.
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Túnez abrió fuego. Ahora Egipto, también Jordania. ¿Será el final de una época de elites consentidas por Occidente haciendo del territorio su chamizo? Lo dudo. De lo que no cabe duda es que en materia turística España no puede estar buscando aire en las desgracias ajenas.