jueves, 7 de abril de 2011

El Turismo del siglo XXI puede prescindir de sus ferias

El día de hoy ha sido el típicamente ferial. Hoy ha arrancado el salón de turismo de BCN (SITC rezan sus siglas). La impresión no fue la mejor. Obviamente el recorte de gastos institucional y privado provoca un reajuste, otro más en nuestras vidas, de espacios. Pasillos holgados, stands más pequeños, menor aporte humano en los mostradores, materiales reciclados que identificamos de otras ferias –cosa que me parece perfecta-, integración de instituciones en un mismo espacio –BCN por ejemplo no ha tenido expositor exclusivo- y u largo etcñetera de medidas para adelgazar las partidas.
Sin embargo esto, por previsible que resulte, no es lo alarmante. Me resulta más chocante el sistema de promoción basado en el sablazo a bosques y espacios forestales con la ingente cantidad de papel, de papeles, que puebla la parte alta de los mostradores. Realmente es deprimente ver que no se ha entendido en qué consisten las nuevas fórmulas de promoción, aquellas en la que Hosteltur se trata día sí y día también, más tecnológicas, más ágiles, menos pesadas y sobretodo más eficaces  en el resultado y rentables en el precio. La presencia de papeleo variado es inversamente proporcional a los primeros espadas que se prodigan por la moqueta. Cada vez menos y menos tiempo.
Seguimos en la misma, personajes de diferente pelaje acumulando panfletos compulsivamente, picoteo en retirada, pero aún presente para atraer oportunistas, y el mismo producto de siempre, aunque vestido de cada vez más bonitas guías aunque de dudoso objetivo. Eso es señores lo que tenemos en las ferias del siglo XXI, lo mismo que teníamos en el siglo XX.
Seguro que a posteriori los resultados de la feria si no mejoran, sí que mantendrán el tono de ediciones anteriores, arguyendo la crisis para cargar con méritos. Sin embargo, mucho me temo que la cuestión ferial, salvo vuelvo que bien pudiera ser propiciado por sus promotores, va a tener un antes y después tras estos atribulados tiempos. Son cada vez menos los que se apuntan a estar presentes y cuándo se percaten de que hay vida “más allá de la feria” dudo que quieran volver. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario